Cómo corregir tu programación didáctica escrita

Una vez hemos realizado el esfuerzo de realizar todo el documento, hay que asegurarse de que lo entregamos prefecto. Llega el momento de corregir la programación didáctica escrita.

No se trata sólo de ver qué faltas de ortografía hemos cometido o ver si los signos de puntuación están en su sitio, sino que también es necesario realizar una valoración general a la redacción, para que ésta guarde una cierta relación estilística a lo largo de todo el documento.

Hoy os damos algunos consejos para que sepáis como corregir vuestra programación didáctica de forma correcta, qué tener en cuenta a la hora de hacerlo, y así os aseguréis de que entregáis un documento cohesionado.

Revisa el documento varios días después de haberlo escrito.

Si revisas lo escrito justo tras escribirlo, tu percepción será distinta que si lo revisas tras varios días.

También es habitual que al escribir en días, semanas e incluso meses diferentes, nuestra forma de redactar sufra variaciones que pueden provenir desde la temática a tratar, hasta nuestro estado de ánimo ese día.

La corrección será más objetiva y seguro eres capaz de encontrar más fallos que si lo haces justo tras haber escrito una gran parte de texto.

Haz correcciones distintas para objetivos distintos.

Revisa por un lado la gramática u ortografía, y por otro la redacción. Estos nos obliga a hacer al menos dos correcciones, pero el resultado final será mucho mejor.

En el caso de la redacción, es mejor hacerlo de forma global, para contar con una idea de qué palabras o conectores repetimos mucho.

Puntos a tener en cuenta

1. Signos de puntuación

Es muy importante utilizar las pausas de forma impecable. Para ello, lee en voz alta el documento. Así descubrirás si te ahogas leyendo, o si están en el sitio correcto.

2. Faltas de ortografía

Hay que hacerlo minuciosamente, para que no se nos pase nada por alto. En definitiva, revisar pocos folios cada vez, y no te fíes 100% de los correctores ortográficos, pues cosas como escribir “al” en vez de “la” no lo va a detectar.

3. Conectores

Si el castellano se caracteriza por algo es por su riqueza lingüística, por lo que es bueno contar con una batería de conectores y evitar repetir siempre los mismos.

Tenemos de adición, del estilo “además” “del mismo modo” “también” “igualmente”, de consecuencia “así que” “por tanto” “por esa razón” “por consiguiente” y así mismo de finalidad, oposición, orden, causa…etc..

4. Densidad de las frases y párrafos

Deben ser acordes en todo el documento. No queda visualmente bien, contar con párrafos de doce lineas, ni es muy legible. Es preferible, contar con párrafos cortos, bien definidos y similares a lo largo de todo el trabajo.

5. Errores recurrentes

Es habitual que escribamos alguna palabra siempre mal, ya sea porque nos hemos empeñado en que se escribe así, o porque los dedos nos juegan una mala pasada. Escribe las más comunes en una lista para tener a mano en cada edición que hagas.

6. Guía de estilo

Aunque al principio no tengas claro cómo destacar los títulos, subtítulos y demás, conforme vayas avanzando en el documento créate una guía de estilo, para asegurarte que todo el documento sigue la misma.

Por ejemplo:

• Títulos: Helvética, Negrita, 15puntos, dos lineas de espacio
• Subtítulo 1: 1 tabulación, Helvética, Negrita, 12 puntos, una linea de espacio
• Subtítulo 2: 2 tabulaciones, Guión, Helvética, 12 puntos, sin linea de espacio

7. Numeración

Una vez elaborado el índice, revisa bien la numeración de cada apartado. Es bastante común saltarte algún número o que en una parte del documento numeremos con letras, y en otra con simples puntos.

8. Sinónimos

Siguiendo con la riqueza del castellano, es esencial hacerse con un diccionario de sinónimos y evitar utilizar siempre las mismas palabras.

Si recordáis nuestros artículos acerca de los criterios de actuación de los tribunales, la riqueza léxica se puntúa, tanto en la programación didáctica escrita, como en el resto de pruebas, y que mejor forma de practicar que durante la elaboración de dicho documento.

9. Pide a algún amigo que lo lea.

Pedir a algún amigo que te ayude a corregir la programación didáctica escrita es una gran prueba para saber si nuestro trabajo es bueno.

No necesariamente tiene por qué entender de la materia, pero si es un buen lector, entenderá y aprenderá sobre nuestra materia y su opinión acerca del estilo, siempre nos será útil.