Sin duda uno de los contenidos más importantes y extensos de nuestra programación didáctica es la metodología. Es uno de los puntos que más nos define como profesores, y por tanto, en los que el tribunal más va a detenerse. Es aquí dónde debemos sacar a relucir nuestra personalidad y creatividad. La normativa educativa vigente en España define la metodología didáctica como “un conjunto de estrategias, procedimientos y acciones organizadas y planificadas por los docentes, de manera consciente y reflexiva, con la finalidad de posibilitar el aprendizaje del alumnado y el logro de los objetivos planteados”. En resumidas cuentas, la metodología es la forma en la que cada uno enseña a sus alumnos. Para llevarla a cabo, existen numerosas “técnicas” del proceso enseñanza-aprendizaje, que distintos expertos han ido desarrollando a lo largo de los años. Debemos utilizar varios de ellos, pero siempre aportando nuestro sello de identidad. Por ejemplo, podemos utilizar el aprendizaje cooperativo, en el que los alumnos trabajan en grupo, y que ayuda a fortalecer las relaciones en el aula. Algunas de las metodologías más famosas y que más se siguen son la metolodgía Waldorf y Montessori. Ambas dan gran imporantacia a la creatividad y libertad del alumno y hacen hincapié en desarrollar sus talentos y habilidades. La metodología de la programación didáctica, se apoya en las actividades y recursos que utilizamos en el aula. Por tanto es otro de los puntos más importantes de este apartado. Cada una de ellas seguirá un principio metodológico distinto, o incluso, combinará varias estrategias. Por ejemplo, la exposición, donde son los alumnos quienes exponen el tema a sus compañeros. También la investigación, con trabajos que ayuden a los alumnos a ser más independientes. Mientras aprenderán los objetivos y adquirirán las competencias marcadas para el curso. Hay que tener muy en cuenta, a la hora de elaborar la metodología de la programación didáctica, el contexto de nuestros alumnos. Hay que intentar adecuar la enseñanza a las circunstancias de cada uno de ellos. Los recursos didácticos, adquieren gran importancia en este punto. Se trata de los medios que vamos a utilizar en el aula, y cuanto más orgininales sean, más gustarán al tribunal y a los alumnos. En definitiva, para crear una buena metodología en la programación didáctica, debemos fomentar el aprendizaje activo del alumno, y no dar sólo clases magistrales, como se hacía antes. Cuanto más imaginativos seamos, más interesados tendremos a nuestros alumnos, y así lo verá el tribunal el día de nuestra exposición.