La motivación es un elemento esencial a la hora de opositar, pero a veces motivarnos opositando no es tan fácil. Por eso, para lograrlo, en MaaCFormación creemos que es importante conocer cómo es el proceso motivacional para sacarle el máximo partido y mantenernos motivados en esta larga carrera hacia la plaza que es la oposición.
La motivación, según su definición en el diccionario es un estado interno que dirige la conducta de una persona o la impulsa a realizar ciertas acciones para alcanzar un fin o meta determinados.
Si traspolamos la definición a nuestro momento actual como opositores, la motivación es lo que nos impulsa a estudiar cada día para conseguir la plaza que tanto ansiamos.
Comentar también que la motivación es un estado dinámico. No todos los días nos motivamos por igual, así que encontramos que hay días de crecimiento, y otros de declive mental. Lo que si es común, es la satisfacción que llega cuando la meta se consigue y es que la motivación se basa también en las recompensas.
Para motivarse, cada persona utiliza un recurso distinto, y así mismo, cada persona cuenta con sus propias motivaciones, que pueden ser totalmente opuestas al resto. La persistencia es otra variable a tener en cuenta, y que no todas las personas tienen por igual.
¿Qué podemos hacer para motivarnos opositando?
Fijar metas pequeñas que sean factibles.
Volviendo al caso que nos ocupa, la meta final es conseguir la plaza, sin embargo, no es una meta que tengamos a la vuelta de la esquina, y esto hace que motivarse con ella cada día resulte complicado, Por ello nuestra recomendación es dividir esta meta en pequeños hitos, que sean alcanzables a corto plazo.
Por ejemplo, podemos dividir el estudio del temario en varias partes, para así, cada semana sentir la recompensa de haberse estudiado lo propuesto. Apóyate en un planning de estudio.
Toma decisiones aunque supongan esfuerzos.
A veces, para llegar al objetivo final, es imprescindible tomar decisiones difíciles que implican esfuerzo, ya sea mental, físico o económico para acercarnos un poco mas a nuestra meta. Hazlo, pues por un lado, te estarás acercando más al objetivo y por otro, contarás con la satisfacción de haber tomado la decisión correcta. Quizás tengas que renunciar a salir los fines de semana para estudiar, o decidirte por contar con el apoyo de una academia o preparador, y aunque al principio, te cueste, tú sabes que es la decisión correcta para llegar a tu meta. Cero arrepentimiento.
No te desvíes del objetivo.
Es normal sentirse perdido de vez en cuando, sobre todo cuando llegan inconvenientes, pero es importante en ese momento parar, recapitular y establecer un nuevo plan para seguir adelante.
Aprovecha los días de “subidón”
todos sabemos que hay días en los que todo nos sale bien. Aprovéchalos para avanzar. Si normalmente dedicas tres horas al estudio, y ese día en menos tiempo ya has cumplido tu objetivo, ve a por el siguiente. Aprovecha la energía de ese día un ratito más.
Disfruta de lo conseguido.
De vez en cuando, está bien echar la vista atrás, y recrearse con los objetivos conseguidos. Es otra forma de motivarse y ver que el esfuerzo tiene recompensa.