Siempre repetimos de la importancia de repasar el temario continuamente para conseguir recordar la máxima información de los temas, pero en ocasiones no conocemos técnicas de repaso que funcionan o no sabemos hacerlo correctamente. Esto provoca que el repaso sea ineficaz y por tanto la curva de aprendizaje no aumente o incluso decrezca. Frustante, ¿verdad?.
Por eso hoy, queremos mostrarte técnicas de repaso que funcionan y sus ventajas principales, para que puedas estudiar de forma eficiente.
El más utilizado sin duda. Consiste en leer y resumir los conceptos clave de un tema en tus propias palabras. Puedes escribir tus resúmenes en una hoja de papel o en una aplicación de notas en tu ordenador o teléfono móvil. Aconsejamos revisar, con este método el texto íntegro de vez en cuando, pues nos podemos encontrar, tras varias vueltas, con conceptos o palabras clave que no habíamos incluido en nuestro resumen.
Este método implica la creación de un diagrama visual que muestra cómo se relacionan los conceptos clave. Es interesante utilizarlo junto con el método anterior, ya que visualmente podremos ver todos los aspectos que desarrollamos en el resumen.
Este método consiste en escribir preguntas o conceptos clave en una tarjeta y su respuesta en la otra cara de la misma tarjeta. De esta manera, puedes repasar los conceptos más importantes de forma rápida y sencilla. Una vez que tengas todas las tarjetas listas, puedes revisarlas con regularidad para asegurarte de que estás reteniendo la información.
Se basa en el principio de que es más efectivo repasar la información en momentos específicos en el tiempo. Puedes implementar este método con una aplicación de revisión espaciada como Anki, que te permite crear tarjetas de memoria y te mostrará las tarjetas en intervalos específicos de tiempo, dependiendo de cuánto tiempo haya pasado desde la última vez que la viste. Esto te permite repasar la información de manera más eficiente y efectiva.
Lo ideal sería implicar a otra persona y desarrollarle el temario de forma oral. Al explicar los conceptos en voz alta y con tus propias palabras, te obligas a ti mismo a entender realmente el material. Además, al enseñar la materia a alguien más, estás haciendo que la información sea más memorable y estás reforzando tu propia comprensión. Puedes encontrar un compañero de estudio o practicar grabándote para luego escucharte y remarcar aquello que se te olvida o no explicas con claridad.
En conclusión, existen varios métodos de repaso y todos cuentan con ventajas frente a los otros, según nuestras necesidades de estudio. El mejor método, sin duda, es combinarlos todos ellos, para poder tener una visión global y desde distintos puntos de vista sobre todos los conceptos a estudiar.
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