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La educación emocional en el aula

El pasado 10 de octubre, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, nos sorprendimos de leer noticias que destacaban que uno de cada siete niños y adolescentes tiene un problema de salud mental diagnosticado. Como educacodores, está en nuestras manos ayudar a estos niños y jóvenes a desarrollar la inteligencia emocional a través de la educación emocional para reducir estas cifras drasticamente y proporcionarles las herramientas necesarias para afrontar mejor los retos de la vida, y gestionar las emociones.

¿Qué es la educación emocional?

Es un proceso educativo permanente que tiene como objetivo enseñar la habilidad para entender los sentimientos, la capacidad de comprenderlos y la capacidad de regular dichos sentimientos y emociones.

También se relaciona con la personalidad y el comportamiento, que afectan a aspectos tan importantes como la motivación y la felicidad. En este sentido, y extrapolando el concepto al aula, entorno que nos afecta directamente como educadores, podemos afirmar, que ser más inteligente no asegura el éxito en lo laboral o lo personal.

Desgraciadamente, en la actualidad no existen grandes investigaciones en torno a este tema, pero si mucho estudios empíricos que que confirman que el bienestar psicológico del niño influye en gran medida en las conductas del niño y su rendimiento académico. Su desarrollo es más importante en las etapas de infantil y primaria, donde los niños son más susceptibles de los estímulos de su entorno absorbiendo todo lo que ven y oyen, y se están formando en esas competencias emocionales.

¿Cómo trabajar la inteligencia emocional en el aula?

Lo primero que debemos saber es que se trata de una competencia transversal, que debe implementarse de forma paralela al resto de competencias curriculares de los alumnos con actividades que puedan relacionarse entre sí.

Todos los centros escolares deberían contar con un proyecto emocional que tome como punto de partida la educación en valores.

Para ello, es importante realizar una evaluación inicial que nos permita saber qué competencias emocionales tienen nuestros alumnos y qué necesidades se plantean, tanto a nivel de centro, aula y grupo.

Así mismo, en dicho proyecto, se debería incluir la resolución pacífica de conflictos, trabajando habilidades como la empatía o la tolerancia.

Si queremos que de verdad funcione, es necesario concretar cómo trabajar la inteligencia emocional en cada área de forma clara y concisa.

Por ejemplo, en clase de lengua, podríamos realizar un dictado sobre las emociones, en música analizar los sentimientos que nos produce cada género musical o canción, o incluso en matemáticas, trabajar la empatía haciendo que los alumnos más destacados apoyen a aquellos que necesitan de más tiempo para entender los conceptos.

¿Qué conseguiremos con la inteligencia emocional?

La recompensa está clara, se conseguirá alumnos con mayor autoestima. Por tanto, serán más responsables, sensibles y críticos con la sociedad que les rodea. En definitiva, conseguiremos mejores ciudadanos.

¿Cómo abordamos la educación emocional en la programación didáctica?

Actualmente, la legislación española relega a un segundo plano este tipo de competencias. Nos seguimos encontrando el problema de que, implementar este tipo de proyectos se hace costoso, ya que se limita al profesorado a la hora de evaluar estos elementos, enfocando la evaluación hacia lo que el alumno debe comprender y saber hacer.

Además, como comentábamos con anterioridad no existen investigaciones o modelos que nos permitan desarrollar un proyecto claro, pero si investigamos un poco, veremos cómo cada vez son más los autores que toman conciencia sobre este tema. Siempre podemos contar con la ayuda del orientador escolar del centro.

Para incluir en nuestra programación didáctica la educación emocional, podemos recurrir al plan de acción tutorial, tratarla de modo transversal en otras áreas o incluso dedicando una unidad didáctica al uso.

Recursos para abordar la educación emocional

Aquí teneis algunos artículos académicos que tratan la educación emocional en niños de distintas etapas.

A continuación os dejamos algunos ejemplos sobre cómo se puede abordar la educación emocional en la programación didáctica.

maria

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